Escritos

Mujer de cuarenta y pocos Ofrezco mi corazón A ratos Por partes Con daños Se reserva el derecho de admisión Y posibilidad de reembolso.   Laia Pérez de Olaguer

Mi abuela se teñía el pelo. Mi abuelo era casi calvo. A mis padres no les dio tiempo. No consigo ver cómo se envejece en mi familia.   Laia Pérez de Olaguer

Hay días que el pasado se equivoca de sitio, y se pone delante de todo. Que afán de protagonismo tiene.   Laia Pérez de Olaguer

Humo de cigarro del duro Apretones y caricias Y pronto el vino, mucho vino Coctel de piña «Cloïsses» para recordar todo el año Papel de regalo  Y el Llach iniciando nuestro encuentro Y pronto las manchas en el mantel Lamentos históricos Discusiones para todo Siempre Migas de pan Cuentitos para nietecillos Y rimas, las esperadas

Este año en navidades he abierto la mesa,  como hacíamos siempre antes.               Ese antes cuando éramos tantos. Igual que ahora nos sobra mesa, también nos sobran muertos. Pero son nuestros muertos. Como en la peli de Peter Pan imaginando una mesa repleta de comida  y hacen como si…

Lo de la crisis de los cuarenta pensaba que a mi no me pillaba.  Que los duelos la convalidaban. Ahora ya no sé si son los restos de la fiesta, O que voy a la repesca, como siempre.   Laia Pérez de Olaguer

No hay luces y sombras, ni dones y heridas.  Igual que no hay buenos y malos. El Ego comprende la realidad de una forma dual y así permitimos a nuestra conciencia sentirse algo inocente. Para el Alma todo es uno. Eres tu. O tal vez ni eso. No tenemos tal poder.   Laia Pérez de

Ara, que torneu a trobar-vos. Pare, a través teu estimo un món que sovint no m’agrada. Estimo l’art i el teatre que retorna el dret a estimar-nos tal com som. De tu he après la confiança a vegades cega en la bondat de l’ésser humà i a sorprendre’m de les coses boniques com si fos

El amor nunca fué tuyo. Tampoco nunca lo perdiste. Nos pasamos parte de la vida buscándolo y otra parte temiendo a perderlo. Como si entre el tú y el amor existiera algún sendero a recorrer.  El único camino es hacia una misma. Y en él tal vez tengas el privilegio de reencontrarte con todo el

Él muestra sus dones hablando de todo lo que sabe. No se atreve a callar. Ella muestra sus dones escuchando con su corazón. No se atreve a hablar. Y en un instante de silencio se encuentran. Los dones y los miedos amándose. Ambos buscan lo mismo. Ambos buscan amor.   Laia Pérez de Olaguer