La dualidad del ego

No hay luces y sombras, ni dones y heridas. 

Igual que no hay buenos y malos.

El Ego comprende la realidad de una forma dual y así permitimos a nuestra conciencia sentirse algo inocente.

Para el Alma todo es uno. Eres tu.

O tal vez ni eso.

No tenemos tal poder.

 

Laia Pérez de Olaguer

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